Más que hablar de un solo componente, la comunidad científica se refiere a todo el sistema endocannabinoide (ECS).
En los últimos años, ha habido un creciente interés por
es
el papel del ECS en los procesos de salud y enfermedad
, y sus componentes están implicados en una amplia gama de enfermedades que incluyen, pero no se limitan a,dolor generalizado, migraña, glaucoma, trastornos del estado de ánimo y de la ansiedad, obesidad/síndrome metabólica, osteoporosis, enfermedades neuromotoras, neuropsicológicas y neurodegenerativas, enfermedades respiratorias como el asma, enfermedades cardiovasculares como accidente cerebrovascular, aterosclerosis, infarto de miocardio, trastornos metabólicos, arritmias e hipertensión.
Hay oportunidades prometedoras para el desarrollo de nuevos medicamentos que pueden ser diseñados para atacar los diversos componentes del ECS y/o las vías de señalización celular, que en última instancia pueden ser de beneficio terapéutico.
Pero cuando se apunta y se modula la expresión de los componentes del ECS, los científicos y desarrolladores de fármacos deben considerar las consecuencias en los diversos sistemas fisiológicos y, sobre todo, evaluar y tener en cuenta posibles efectos secundarios no deseados.
¿Cómo se puede estimular la producción de endocannabinoides?
El aumento o la disminución de la producción de endocannabinoides se produce como resultado de estímulos específicos, condiciones patológicas y procesos en los que se altera la homeostasis fisiológica.
Su síntesis está directamente relacionada con la “regulación al alza y a la baja de los receptores CB1 y CB2, es decir, una mayor expresión de los receptores cannabinoides induce un aumento en la producción de endocannabinoides y, por el contrario, una reducción en la expresión de los receptores disminuye su liberación.
Aunque AEA y 2-AG presentan diferencias significativas en la selectividad del receptor, ambos se producen "bajo demanda". A nivel biológico, esta demanda se traduce en un aumento de la concentración intracelular de Ca2+, que inicia las reacciones enzimáticas que conducen a la síntesis de los endocannabinoides.
Más que aumentar la producción, la comunidad científica apunta a potenciar su acción inhibiendo su transporte y degradación, subrayando el uso racional de fármacos dirigidos a la señalización endocannabinoide, ayudando a prevenir diversos trastornos colaterales.
Se han desarrollado algunos inhibidores de la enzima FAAH responsable de la degradación de la anandamida, con el consiguiente aumento de la concentración y del efecto de esta última.